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El familiar de un secuestrado por Hamás: "En lugar de exterminarnos entre nosotros, ¿por qué no salimos a conquistar el universo?"

Updated: Jan 5

Marcelo Garzón (Buenos Aires, 1961) es un ser de luz. Emigró a Israel en 1977, donde formo una familia que no paró de crecer y de brillar. Hasta el 7 de octubre de 2023. En el kibutz Nir Oz, terroristas de Hamás secuestraron a su yerno, Dolev Yehud. Al marido de la hija de Marcelo, al padre de cuatro niños. Uno de estos nació el 16 de octubre. Sin que su padre le pudiera abrazar. Hoy, 87 días después de la tragedia, su familia sigue sin tener noticias suyas.


Marcelo, durante la entrevista, hecha en la sede de la asociación 'Bring Them Home Now' - Gabriel Izcovich

Gabriel: ¿Cómo vivieron el 7 de octubre?


Marcelo: Pasamos una masacre. Nos despertamos a la mañana al ruido y temblores de los misiles que nos mandaron desde la Franja de Gaza hacia nuestra región. Esa mañana, así como nos levantamos de tanta sorpresa, llamamos por teléfono inmediatamente, como hacíamos todas las veces que se escuchaba la sirena. Para saber qué pasa y cómo están.


Mi hija nos atendió, nos dijo que estaba encerrada con sus tres hijos, de tres, seis y ocho años, en el refugio de la casa. Con un embarazo de 37 semanas [8 meses y 3 semanas]. Y Dolev, enfermero, voluntario en el Escudo Rojo de David (el equivalente israelí a la Cruz Roja), salió para socorrer a la gente, que estaba combatiendo y defendiendo el territorio del kibutz que fue invadido.


Mi hija tuvo que pasar más de nueve horas y media encerrada. Sin comida, sin agua, sin comunicación. En silencio, y oscuridad total. Mientras, trataba de tranquilizar a las criaturas que tenía con ella. Y escuchando cómo los terroristas destruían todos los bienes que tienen en casa: nevera, sofá, televisión, y todo lo demás.


Dolev salió a socorrer. Y fue secuestrado esa misma mañana. Hasta el día de hoy, 87 días después, no sabemos nada de él. No tenemos noción. Estamos pasando una época muy difícil. Mi hija, el 16 de octubre tuvo a la cuarta hija, Dor. Sin la presencia de Dolev, como sería lo normal. Un matrimonio que crea vidas, las debe recibir, abrazar, tenerla en sus manos, darle el primer beso. 



Sigal, junto a sus cuatro hijos. Una de ellas, recién nacida, aún no conoció a su padre - Foto cedida por Marcelo

Y él no estaba. Sigal tuvo que pasar todo sola. No completamente, porque estábamos nosotros, sus hermanas, sus padres, y la madre y el padre de Dolev. Pero sin su marido. Dolev es una persona íntegra. Padre de la primera clase. Cuando llegaba del trabajo, se sacaba los zapatos del trabajo y se ponía las pantuflas. Y empezaba a hacer las tareas de casa, a atender a sus hijos.


Lo que más le motivaba era ayudar a los demás. Siempre ayudaba a gente que necesitaba la ayuda. En accidentes, cuando caían misiles, gente que no se encontraba bien... él los atendía. Estaba atento a todo lo que pasaba en la zona.


"Lo que más echo de menos de Dolev es verlo cuando iba y daba un beso a mi hija en la frente" 

O sea que no solo era una persona inocente. Además, ayudaba.


Completamente. Se sentía tan bien cuando lo llamaban para dar esa primera ayuda, hasta que llegaban las ambulancias... él tenía en su coche el maletín con las vendas y demás herramientas. Todo el tiempo. Cuando viajaba por la ruta, si había un accidente, se detenía al lado, salía y atendía.


Él, como sus hermanos, Arbel y Netta, fueron educados para siempre ayudar a los demás. Simples, modestos, gente sonriente, que le gusta la vida, que están ahí por los demás, por los hijos y por las parejas. Lo que más echo de menos de Dolev es verlo cuando iba y le daba un beso a mi hija en la frente. 


Dolev y Sigal están juntos desde los 12 años. Ahora tienen casi 36. 24 años juntos. Crearon familia, cuatro hijos. Y esta agonía que sentimos de que él no está es algo inmenso, algo impresionante. Junto a Dolev, su hermana Arbel, de 28 años, también fue secuestrada.


Junto a Ariel Cunio, de 26, los tres, y otros más, que conozco de forma personal, gente con quien trabajé, están del otro lado de la frontera. Hasta el día de hoy, no tenemos ninguna información, ningún dato de vida, ninguna señal de vida. Y cada día que pasa, es una eternidad.



Arbel y Dolev, en una foto de archivo - Foto cedida por Marcelo


¿Y saben que están ahí porque el ejército les confirmó?


No se encontró en el territorio del kibutz a Dolev, ni fuera de él. Ninguna prueba forense. La conclusión es que fueron llevados al otro lado en vida.


¿Saben si están vivos ahora?


No tenemos ningún dato. Nada. El ejército de Israel, el gobierno de Israel y los departamentos que están a cargo de todo el asunto de los secuestrados, no tienen ninguna información al 100% certera sobre ellos.


¿Cómo está tu hija?


Mi hija se quiebra por las noches, y se reintegra por las mañanas. Está en noción completa de que tiene cuatro hijos a los que cuidar y criar. Y hace todo lo posible para que este trauma inmenso sea lo menos doloroso posible para las criaturas. No tiene brillo en los ojos. Se le ve la tristeza. Una persona que está 24 años viviendo con Dolev. Dolev vivió en nuestra casa desde los 15 años. Para nosotros era como uno más. 


Tanto amor que había entre ellos... Como dicen, están juntos desde pequeños hasta el final. Es lo que ellos querían. Ellos nunca quisieron separarse, y por mala suerte, por todo lo que pasó, a mano de fuerza, fueron separados.


¿Y tú? ¿Cómo te sientes?


Nosotros, mi señora y yo, junto a mis dos otras hijas, y junto a los padres de Dolev y su hermano, estamos todo el tiempo alrededor, dando a Sigal y a los hijos el ambiente de seguir teniendo la esperanza de que todo va a terminar de la mejor forma posible. La Tierra da vueltas sobre su eje y da vueltas al sol. Mientras la Tierra no deje de dar vueltas sobre su eje, siempre hay futuro y siempre hay esperanza.


Hace unas semanas, con el cese al fuego, empezó el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos. ¿Tuvieron la esperanza de que ahí podría acabar saliendo Dolev?


Como sudamericano, mis padres siempre me educaron con el lema de "primero mujeres, luego niños, y finalmente hombres". Cuando estábamos en el bus y subía una señora embarazada, mi padre no tenía que decir ni una palabra. Yo me levantaba y le decía que se sentara.


Para mí no son rehenes, son secuestrados, porque los sacaron de la casa, de la cama, se los llevaron a la fuerza. No son prisioneros tampoco. En este momento, damos lugar a ningún sentimiento que no sea la esperanza. Cuando fue la primera fase de los cambios de rehenes, que fue de niños y mujeres, por parte de Hamás, en el último tacto, rompieron el contrato. Estábamos esperando que Arbel fuera liberada. 


Fue bastante fuerte, rudo. Todos los días esperar que saliera su nombre... y no vino. Al final, se cortó. Y ahora que están hablando sobre otra fase de intercambio, yo creo que hay que intercambiar a todos por todos. No 40, no 50, no 60. Sino 133. 


O sea que estarías dispuesto a que salgan todos los secuestrados israelíes, a cambio de todos los prisioneros palestinos.


Sin duda. Incluso te diría que, si pudiera, me iría yo para allá para que él saliera. Él tiene que estar aquí, criar a sus hijos, estar con su familia. Lo haría sin ningún remordimiento.


¿Y entiendes que haya gente que diga que no se puede liberar a todos los presos palestinos?


Nosotros, como nación, tenemos la obligación de traer de vuelta a toda la gente que está del otro lado. A cualquier precio.


Ningún precio es demasiado alto...


No hay precio para la vida. El estado de Israel, que fue creado en 1948, se formó a base del Holocausto. Toda mi familia, por parte de mi madre y de mi padre, fueron exterminados en el Holocausto. Mis abuelos pudieron salir para Sudamérica, antes de la Segunda Guerra Mundial.


Más de 55 millones de personas murieron en la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo puede ser que en 2023 pueda suceder algo como lo que sucedió el 7 de octubre? Es algo inaceptable. Es algo inconcebible. Es algo increíble.


Las naciones, que se unieron para combatir y rendir al que estaba conquistando todo Europa, ¿cómo puede ser que hoy en día dejen que pase esto? Y no tengan el coraje de decir "basta, hasta aquí". 


En ese sentido, ¿te sientes desamparado por la ONU?


En cierto modo te puedo decir que sí. No soy una persona muy política. No soy una persona militar. Soy una persona simple. Que lo único que quise, quiero y seguiré queriendo es vivir mi vida en paz. Hice mi familia, me dieron nietos. Quiero estar con ellos hasta mi último día. No quiero nada más, no necesito nada más.


Espero que algún día venga un líder que sepa reunir a las naciones para que el mundo tenga un futuro mucho mejor, y no un futuro bélico, de guerra. También con los palestinos. Que tenga la capacidad y la fe de que la humanidad se pueda integrar, y pueda arrancar de raíz todos estos grupos fundamentalistas que no dejan que las naciones vivan en vecindad y en paz. Tal vez un líder de algún país. En la ONU hay muchos intereses.


¿Te sentiste amparado por el gobierno israelí?


La nación está compuesta por un gobierno y un pueblo. El gobierno de Israel fue elegido democráticamente, a elecciones. Y es el que está gobernando hoy en día el estado de Israel. No tengo otro gobierno. Tengo la esperanza y la creencia de que la gente que está en el mando del país hace lo mejor para terminar todo este episodio, toda esta matanza, y para traer a todos los secuestrados de vuelta.


Últimamente hablé con israelíes de izquierdas cuya prioridad no es tanto ganar la guerra, sino que Netanyahu se vaya. Porque dicen que a él le interesa la guerra.


No es el momento de juzgar a los gobernantes. Ya va a llegar el momento. Cada uno va a poner su voto. Si cambiarán las cosas, cambiarán. En este momento, tenemos que estar todos unidos para tratar de terminar este conflicto. Y, en primer lugar, traer a todos los secuestrados.


¿Qué significa Israel para ti?


Es un ejemplo de nación. Es una potencia agrícola que vende patentes agrícolas a todo el mundo. Vivo es una zona desértica. Pues bien, saca cultivos de zonas desérticas. Siempre quiso dar a todo el resto del mundo, para que haya más avances.


En tan poco tiempo, construyó un país con tantos valores... y el valor de la vida está por encima de todo. El sentido de vivir, el valor de la vida, es uno de los más altos niveles. El estado de Israel fue construido en solo 75 años. Es una start-up nation. Vive de proyectar, de programar, de alcanzar.


¿Qué significa Palestina para tu gente?


Vivo en un municipio, Eshkol, que es completamente rural. Se basa casi exclusivamente en la agricultura. La gente de la zona se voluntarizaba a llevar tratamientos médicos a los palestinos que los necesitaban, a los hospitales del centro del país. A los palestinos con cáncer, con enfermedades crónicas. Los llevaban y los traían.


Entonces, no todos los israelíes son colonizadores, tal y como algunas personas de mi país de origen dicen.


Cómo puede ser que haya pasado lo que pasó justo con las personas que ayudaban al otro lado. Les daban trabajo. Todo salió mal.


¿Cuál es la solución a todo esto?


A través de la guerra no habrá solución. La guerra no tiene ningún futuro. Este conflicto es de años. Es como la pregunta de "qué hubo primero, ¿el huevo o la gallina?". Hay tierra de sobras en el mundo. Hay que saber cómo llevar esta crisis, este conflicto. Hay que dejar de hacer guerras y pensar. Pensar cómo se puede solucionar este problema. 


¿Hay algún mensaje que quieras transmitir al mundo?


Te voy a dar dos mensajes. Primero, mi yerno Dolev sufre de una enfermedad crónica. Y necesita diariamente recibir su tratamiento, su remedio. Al no recibirlo, su vida está deteriorándose. Pido a la Cruz Roja que, por favor, puedan llegar a él para verificar si recibe su tratamiento medicinal. La lista de remedios que él necesita fue trasladada a la Cruz Roja. Tienen toda la información. Pido que, por favor, traten de averiguar si mi yerno está bien.


Por otro lado, espero que lo que pasó el 7 de octubre no sea el inicio de algo mayor. Que todas las naciones del mundo tengan la capacidad, la energía y la inteligencia de no acabar con la humanidad. La humanidad tiene que seguir por un futuro eterno.


El universo es tan grande... ¿por qué no nos unimos y tratamos de conquistar el universo? Y no exterminarnos a nosotros mismos. No conquistar todo el universo, pero un poquito. El universo es una cosa que se expande a más de 60 kilómetros por segundo. Es inmenso. Y hay tanto por averiguar, hay tanto por aprender, hay tanto por investigar.


Pongamos toda la energía en ello. La humanidad tiene valores supremos. Podemos ponerlos en otros planetas. Y sentir que, en vez de arruinar nuestro planeta, nos unimos para ser mejores.


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