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Manifestación de Fridays For Future en Barcelona

Una sala de espera capaz de unir a los enfermos

· Personas de diferentes orígenes, edades y circunstancias se congregaron en la marcha en contra del cambio climático
 

· Científicos, activistas, miembros de PACMA y ERC y otros participantes dan sus visiones sobre esta lucha

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Migui levanta el puño como señal de revolución durante la manifestación (Gabriel Izcovich)

Gabriel Izcovich / Barcelona

El planeta Tierra está enfermo. Así rezan muchas pancartas vistas a lo largo de las manifestaciones convocadas por Fridays For Future, y así lo evidencian numerosos estudios científicos. Por ende, la raza humana sufre las consecuencias de ese trastorno. Y un paciente de un hospital suele tener dos opciones para tomarse este tipo de contratiempos: quedarse en la cama sumido en la tristeza o salir a la sala de espera para unirse con los demás enfermos.

Seguramente las manifestaciones celebradas mundialmente este viernes 27 de septiembre, para reivindicar la lucha contra el cambio climático, saldrán en los libros de historia de nuestros bisnietos. La iniciativa liderada por Greta Thunberg se trata de un fenómeno con pocos precedentes en cuanto a la simultaneidad y la cooperación en todo el globo. Según la joven noruega, la friolera de 170 países contaron con al menos una manifestación la semana pasada.

Entre ellos, España; y en ella, Barcelona, ciudad de manifestaciones por excelencia. La Guardia Urbana calcula que en este 27-S se dieron cita 20.000 personas entre los Jardinets de Gràcia y Plaça Catalunya. Miles de personas con contextos muy distintos. Personas alegres por juntarse con sus amigos o amigas, personas felices de pertenecer a un movimiento tan rico en valores, personas orgullosas por unirse a la causa...

"Dejaría a los políticos en el bosque para que pasen hambre y se tengan que buscar la vida"

Pero a la vez, el sentimiento de rabia aparecía como un nubarrón en el cielo de muchas personas. Es el caso de Migui, un hombre que "dejaría a los políticos en el bosque para que pasen hambre y se tengan que buscar la vida". Tajante. Al fin y al cabo es una voz autorizada para hablar en una manifestación cuya banda sonora incluía la palabra 'veganismo' en muchas de sus piezas. Bueno, él es vegetariano, pero sigue siendo una cualidad heroica, que lleva realizando ya 25 años.

"Trato de consumir la menor cantidad de productos posibles, porque creo que el consumismo es lo que más afecta". Vegetariano y también humilde, al recalcar que esta condición es insuficiente, opina que "si quieres ser más ecologista deberías dejar de comer carne". Dijo todo eso antes de alzar el puño, al más puro estilo Che Guevara y siendo algo indispensable en una revolución.

Un baño de masas y un baño de activismo. Porque mientras unos pretenden salvar a los animales, otros velan por sus ecosistemas. Josep Maria Riba es miembro y fundador del ZEO (Zero Emissions Objectives), y dedica parte de su tiempo libre a "reducir la huella del carbono que todos tenemos". Riba, que celebra la aparición de la figura de Greta Thunberg y felicita a Fridays For Future por su labor, recuerda que él y muchos otros llevan mucho tiempo "predicando con los clientes [de su empresa] y amigos".

 

"No se achucha lo suficiente a las empresas y a las energéticas"


Y es que entre las labores de su plataforma están las "Trobades ZEO", mediante las cuales limpian bosques y playas. No se conforman con reciclar, a diferencia, según Riba, de lo que hace la mayoría. "No es suficiente. Tenemos que fijarnos en las emisiones, que es lo difícil: cambiar de coches, dejar de gastar energías fósiles...".
 

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Josep Maria Riba (izq.) sostiene un cartel con la inscripción "Borra tu huella de carbonio. Sé #ZEO" (Gabriel Izcovich)

Además, lamenta que "a la gente le cuesta mucho entender que puede hacer algo para luchar contra el cambio climático, y que a las que de verdad pueden hacer algo grande, las empresas y las energéticas, no se las achucha lo suficiente".

Mucho conocimiento se dio cita en las calles barcelonesas. Porque cuando hablamos de cambio climático, ¿qué mejor qué acudir a un experto en la materia? Toparse con los Scientists For Future es como acudir a un festival de cine y dar con un grupo de directores de cine. Dicha plataforma 
se trata del "guardaespaldas intelectual" de Fridays For Future al darles "respaldo científico", según DW.
 

"Los científicos disponemos de las herramientas para entender qué es lo que está sucediendo a nivel biológico y físico"


Miembro del Centro de Regulación Genómica, un centro destinado a la investigación en la biomedicina, y también del mencionado Scientists For Future, Marcos tiene mucho que decir sobre el cambio climático. "Tenemos que combatir los cambios catastróficos que estamos viviendo sobretodo desde la ciencia, porque disponemos de las herramientas para entender qué es lo que está sucediendo a nivel biológico y físico", argumenta, asumiendo la responsabilidad "diferente" que tienen los científicos.

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Marcos (der.) sostiene una pancarta de Scientists For Future junto a un compañero de la plataforma (Gabriel Izcovich)

En cuanto a los hábitos diarios, tiene claro que es primordial "reducir el consumo de carnes, de plásticos y evitar todo tipo de transportes que incluyan gases contaminantes". Eso como persona. Como científico, intenta siempre "buscar el trasfondo más medioambiental y sostenible de nuestras investigaciones". Un modo de vida y un modo de trabajo.

Como quien pide regalos a los Reyes Magos en una carta, Marcos pide a los políticos "que tengan en cuenta la voz de la gente y que incluyan políticas sostenibles y medioambientales". Unos políticos que han estado en el centro de la diana.

 

"Empezaríamos por intentar introducir la alimentación vegetariana y vegana en los comedores de los colegios"


Bueno, en realidad en este apartado hay un partido que juega con ventaja. Se trata de PACMA, que como no podía ser de otra forma, estuvo presente en la marcha. Contó con una decena de miembros y militantes, comandados por el coordinador del partido en Barcelona, Álex Cuesta.

El también portavoz del partido animalista en Cataluña pretende que la sociedad disminuya el consumo cárnico, y explica que, de entrar al Parlamento en las próximas elecciones en noviembre, velarían por "introducir la alimentación vegetariana y vegana en los comedores de los colegios, sobretodo, para las nuevas juventudes".

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Álex Cuesta (der.) y una comitiva de miembros y militantes de PACMA, durante la manifestación (Gabriel Izcovich)

Un buen chute de optimismo. Pues considera que "aunque digamos que es tarde, nunca es tarde para empezar a hacer cambios" -haciendo alusión al "problema que se nos viene encima"-, y desea que Greta Thunberg "no se apague" y "que incluso aparezcan réplicas como ella".
 

"Nuestro objetivo en la lucha contra el cambio climático es ser más ambiciosos e ir más allá"


Partido a partido, que diría el Cholo Simeone. En este caso, turno para ERC. No se trata de un partido conocido por llevar a cabo políticas verdes. Sin embargo, Jordi Soler, militante del partido republicano, manifiesta que "es una lucha y una reivindicación que nos afecta a todos, todos somos ciudadanos de este planeta y nosotros [Esquerra] formamos parte de este movimiento, que quiere revertir la emergencia climática".

Además, Soler reconoce que "no se están cumpliendo los objetivos marcados a nivel mundial y de la Unión Europea en cuanto a la lucha por el cambio climático". Por lo tanto, expone que el objetivo del partido es "no solo cumplirlos, sino ser cada vez más ambiciosos e ir más allá".

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El militante de ERC Jordi Soler (con polo gris) sujeta la pancarta de su partido, junto a sus homólogos (Gabriel Izcovich)

"Los descendientes de los políticos también vivirán en este mundo"


Científicos, activistas, políticos... muchas opiniones legítimas pero insuficientes sin una visión externa. Esa es la de Silvina, una mujer que no ve diferencias entre el activismo en España y el que se lleva a cabo en su Argentina natal, más allá del cambio en "la forma cultural que tenemos de movilizarnos", ya que, según ella, al otro lado del charco "la gente es más bulliciosa y ruidosa".

Con su mate y su termo, haciendo reconocible su nacionalidad a metros de distancia, Silvina sigue en la línea de Jordi Soler, recordando a los líderes mundiales que "por más que crean que viven en otro lugar, sus descendientes también vivirán en este mundo y por lo tanto lo tenemos que cuidar todos".

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Silvina, junto a una acompañante, durante la manifestación (Gabriel Izcovich)

"La comunidad internacional tiene que intervenir en Bolivia porque Evo Morales es un dictador"


Más nacionalidades a la sala. Bolivia tuvo acto de presencia, siendo esta la parte más aciaga de la tarde noche. Un grupo de bolivianos accedió a la manifestación para, en el mismo contexto, protestar contra el gobierno de Evo Morales. Según explicó Yamile, con dificultades para hablar tras romper a llorar, la Chiquitania, parte boliviana del Amazonas, lleva más de dos meses estando incendiada porque el presidente sudamericano firmó un decreto que así lo autoriza.

Esta mujer boliviana cree que una posible solución sería que la comunidad internacional intervenga "porque este señor es un dictador", aunque la gente que lo apoya "vuelva a encender los fuegos que los voluntarios apagan", y desconsoladamente repasó algunos datos que se están registrando: "Cuatro millones de hectáreas quemadas, millones de animales murieron y nuestra fauna y flora se están acabando".

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Pancarta sujetada por Yamile, donde expresa el motivo de su protesta (Gabriel Izcovich)

Personas desoladas, gente esperanzada, perros que no disfrutan salir a pasear a 40º, niños y niñas aprendiendo a manifestarse antes que a caminar y ancianos que ansían con dejar un mundo mejor que el que se encontraron. Fuera del panorama estrictamente político, cada vez hay más muestras de consenso general. Hay unión. 20.000 personas en Barcelona, y muchas más en otras ciudades de todo el mundo.

A efectos de la naturaleza, como apunta Migui, el hecho de salir a la calle "no cambia mucho". Pero quién sabe si estas jornadas reivindicativas serán el definitivo punto de inflexión para que gobiernos y empresas se den cuenta del daño y del impacto que están causando al planeta. Para que antes de soplar las velas de cumpleaños pidan salud en lugar de dinero. Lo que ha quedado claro es que la población cada vez prioriza más el bienestar de la Tierra. Ya no se puede mirar para otro lado, porque los enfermos del hospital se unen, el progresismo acecha y las excusas se agotan.

Más imágenes de la manifestación

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