'Reinventoras' - Edmée Pardo & Enrique Torralba
Edicions Bellaterra normaliza la pandemia con ‘Reinventoras’
Reinventoras (escrito por Edmée Pardo e ilustrado por Enrique Torralba) es un libro muy
oportuno cuya función no se resume en entretener al lector o a la lectora. Hace eso,
pero también contiene mensajes muy trascendentales para la franja de edad que vive la
nueva normalidad con más incertidumbre: los niños y niñas. Reinventoras recuerda el lado
más dulce de la pandemia, y prepara a los más menudos para su nueva normalidad.
Y lo logra con una narración escueta. Una narración fundamentada por poco texto. Hay
una frase por cada dos páginas, y están rodeadas de ilustraciones majestuosas. Cada
frase compone la historia de dos niñas que viven la pandemia con un inmenso optimismo
y cuidado.
A pesar de tratar un tema tan candente y real, Reinventoras se traslada a un escenario
ficticio. Lo hace desde el momento en que su autora usa la metáfora del tiempo
congelado. En lugar de enmarañar a los lectores con explicaciones científicas, Pardo
simplifica la acción situándola en un bloque de pisos cuyo espacio-tiempo está
congelado (emulando así el confinamiento). Algo que sus habitantes aprovechan para hacer tareas que habían aparcado.
Mientras nuestras dos protagonistas observan esa tesitura, aprovechan sus máscaras protectoras de la covid-19 para hacer ver que son viajeras del espacio. Transforman un obstáculo en juego, recordando también que no comprenden bien qué pasa. Y aquí rompen, de manera indirecta, la cuarta pared.
Porque empatizan con el lector o la lectora, y le animan a hacer lo mismo que realizan ellas. A que si no entiende por qué debe usar una mascarilla, que se la tome como una prenda de un uniforme espacial. Y, de hecho, el título de la obra emana de este pasaje al reinventar las protagonistas una situación dramática y convertirla en divertida.
A partir de esta escena, el libro brinda lecciones como la de que “si queremos descongelar las manecillas [del reloj], necesitamos cambiar la manera de pensar y de hacer las cosas”. Y seguidamente, está ilustrado el momento en que un profesor suministra gel hidroalcóholico a uno de sus alumnos antes de que este entre al aula. Recuerda que la pandemia no es solamente cosa de de médicos o políticos. Ni es solamente responsabilidad de los adultos. Los niños y niñas también tienen mucho que hacer.
Por lo tanto, Reinventoras tiene una triple función. Entretiene, instruye y normaliza la situación. Lo primero lo consigue con un relato original y metafórico acompañado de aquellas ilustraciones majestuosas. Luego, instruye recordando las medidas que hay que tomar cuando se sale a la calle.
¿Y cómo normaliza la situación? Con esa empatización mencionada, con la mención de la pérdida de empleo por parte de la madre de las protagonistas, con un vocabulario suave, con una pequeña dosis de romanticismo y, especialmente, con una moraleja postrera de la autora -junto a su asesora médica, Rina Gitler-. En ella, recuerdan, entre otras cosas, que “las pandemias forman parte del ciclo de la historia y, sin embargo, no dejan de pillarnos por sorpresa. La tarea es responder, adaptarnos a los cambios constantes que ofrece el mundo”.
Reinventoras es, por lo tanto, un libro ameno, dulce y oportuno. Constituye un relato ideal para aquellos niños y niñas de entre 6 y 8 años que necesiten un pequeño empujón emocional en una etapa histórica tan incierta. Leerlo supone un sentimiento parecido al que se tiene cuando se recibe un abrazo. Y ¿quién no necesita un abrazo?