Manchester United FC 0-1 FC Barcelona (ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League)
El Barça aprende la
lección de los cuartos
Con un gran Piqué, obtiene un buen resultado, evitando un nuevo descalabro y confiando en el factor Camp Nou
Piqué pugna el balón junto a Rashford (Marca)
El Barcelona sacó un notabe resultado de Old Trafford de cara a la vuelta de cuartos de final y demostró así haber aprendido la lección. Porque diez goles encajados en tres salidas europeas recientes y tan peligrosas como la de hoy (PSG, Juve y Roma) provocaron que Valverde decidiera cerrar el grifo de la locura, priorizando más que nunca la victoria frente al buen juego, y con un Manchester que opuso resistencia pero que fue demasiado inofensivo. Todavía quedan 90 minutos. Pero qué 90 minutos, en una apisonadora llamada Camp Nou.
Este United no es aquel equipo capital del cuádruple enfrentamiento que mantuvieron red devils y culés entre 2008 y 2011. Aquellos Cristiano, Nani, Rooney o Scholes eran muy superiores al elenco actual. Ahora, con jugadores de perfil más bajo como Smalling, Shaw o Young, y otros con la etiqueta de buenos jugadores a secas como Rashford, Pogba o Lukaku, la superioridad culé fue todavía más visible.
Y la consigna estaba clara. Valverde dispuso una mezcla de intensidad y paciencia para evitar disgustos. Porque no era el día para volverse locos. De hecho, no está siendo una temporada para volverse locos. Así lo refrendan partidos como el de hoy o los del Bernabeu (0-3 y 0-1). Fiabilidad en estado puro. Nunca está de más. Fue la que hizo ganar, entre otros, a Francia un Mundial y al Madrid tres Champions. En cambio, no tenerla precisamente hizo perder a los azulgranas varias eliminatorias en esta competición en los últimos años.
Paralelamente al buen repliegue de los ingleses en el primer tiempo, se dieron algunos acercamientos. Pero cuando tienes a Piqué con este estado de forma, tu rival puede quedarse jugando hasta las cinco de la mañana... que no va a anotar. Piquenbauer está logrando que se pueda llegar a disfrutar viendo cómo juega un central. Como si fuese un creador de juego. Mención especial también para Lenglet, que definitivamente es el elegido para las grandes noches como también empieza a serlo un Semedo muy eléctrico y desatado.
En una acción larga y trabajada, Busquets encontró con un pase en largo a Messi que, escorándose con un control de pecho hacia la izquierda, paró el tiempo y puso un balón mágico a Luis Suárez. Porque solo alguien que sabe controlar el tiempo puede dar un pase de esa dimensión sin siquiera mirar al destinatario. El uruguayo sirvió el balón de cabeza para la entrada de Coutinho, aunque antes estaba Luke Shaw, que desvió el balón a su propia portería.
0-1 y a jugar con el resultado. Más que con el balón. El Barcelona era consciente en todo momento de la mejor y única arma del rival: el contraataque. Por ello, los de Valverde aplicaron la anestesia mediante la posesión pero también en muchos tramos cerrando espacios. Y así durmieron a un United sostenido por un inmenso De Gea. El madrileño, de hechp negó el segundo a un Coutinho ascendente pero insuficiente.
'Same game, different half'
El segundo tiempo fue una caricatura del primero. Hubieron veinte minutos de dominio mancuniano, pero parecía como cuando el campeón de pulsos se deja casi ganar ante el más flojo del gimnasio. El Barça estaba comprobando la falta de pegada local. Ni en esas pudieron los ‘red devils’ disparar a puerta, como tampoco en el global del partido. Y a base de acciones aisladas por parte de Suárez y Alba, el Barça seguía viendo si sonaba la flauta. Si entraba genial, y sino qué más da. Porque el Camp Nou pesa más que el Parque de los Príncipes que asaltó el United en los octavos de final.
Un Camp Nou que puede ser mucho Camp Nou para un United sin pena ni gloria. Ya lo fue para el Lyon. El estadio de Les Corts es una caja fuerte que fue asaltada por última vez en Europa hace seis años. Y se antoja complicado que el equipo de Solskjaer vaya a romper la racha. Por su parte, el Barcelona parece haber aprendido la lección. Gracias a un juego fiable, prudente y práctico, ya habitual esta temporada, se acerca a unas semifinales que, cuando las pisó por última vez, acabó ganando el triplete.